viernes, 26 de enero de 2018

La constante lucha emocional contigo mismo,
el despertar de la madurez rasgando tus pulmones
al compás del éxtasis por el sentirse aún jóven.

La constanste lucha intelectual con el mundo,
el despertar de la sabiduría rasgando tu conocimiento
al compás del éxtasis por el sentirse abierto al aprendizaje.

La constante lucha vital contigo mismo,
el despertar de la consciencia rasgando tu sentir
al compás del éxtasis por el sentirse aún vivo.

La constanste, y también indertidumbre de no saber qué será del mañana
pero la implicita seguridad de que se siga despierto
en alerta hacia cualquiera de las tres luchas
y abierto, incluso, a sumar una más y todas las que estén por llegar.

La constante respiración que oxigena tu movimiento,
la defunción del presente con cada bocanada,
el compás pierde el ritmo,
el pulso, la precisión.
La vejez te abraza
pero la experiencia te embellece.

Existes.



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