Te prometo que cuando escucho poesía amo la vida.
Que me suben mariposas,
y todo lo banal se me olvida.
Que no sé qué siento aqui en esta revolución interna que unos llaman corazón y otros mente.
Yo lo llamo "sinrazón".
Que cuando siento la emoción de quien la escribió
se me encoge el pecho,
y el aire hace grandes esfuerzos por salir de mí.
Te prometo, lector mío, que estoy enamorada de la poesía,
pero aún más de la vida.
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