Cosas que no llegaremos a saber jamás.
Palabras escritas a mano en márgenes de libros olvidados.
Promesas surcando mares protegidas por una botella.
Escritos arrugados en el contenedor.
Miradas de soslayo que nadie nota.
Sonrisas tímidas.
¿Cuántos pensamientos atesora el horizonte al que todos miramos pensativos?
Si este hablara, cuánta poesía se crearía.
Cuantos se reencontrarían, cuántas confesiones se harían.
Globos que besan al firmamento.
Suspiros internos.
Represión al pensamiento.
Represión a la emoción.
Represión al yo.
Represión.
Yo.

Somos héroes sobreviviendo en una sociedad castradora de emociones, de intensidad, de amor real.
Héroes.

Dime, amor, ¿cuánto hemos perdido por escondernos al albor?

Paseando por la costa comenzamos a hablar sobre qúe era el arte.

Un continuo intercambio de opiniones que hacía bello el momento. Sentir la diversidad interior de las personas con solo lanzar una pregunta al aire. Y es que me gusta, amo que reflexionemos sobre todo cuanto vemos y sentimos.

De repente nos quedamos perplejos mirando al mar. El viento era quien tenía la voz más alzada en ese momento. Las agujas de mi reloj se quedaron inmóviles.

Vi cómo la chica de los ojos azules desvió su atención y se giró. Estaba mirándome, mientras tanto yo contemplaba la belleza marítima. Pasaban los segundos y seguía. No era capaz de responder a su mirada, seguí mirando al frente. Los segundos se alargaban perezosos. Pestañeé lentamente y le devolví la mirada. Comencé a ver otro oceáno. Abrió sus labios:

"Es curioso, jamás había conocido a alguien que sientiera el arte como tú"

Bajé la vista, sonreí tímida. Aguardé silente.

Con esos ojos no supe qué decir.

El mar de fondo también era arte.

Si te olvidas

Si alguna vez olvidas las noches de bailes y voces, te recordaré quién eres y porqué vives,
Si olvidas cómo huir pero un día decides irte,te recordaré lo que fuiste y lo que te prometiste.
Te recordaré tus sueños,te memorizaré las lágrimas de tu mejilla, y , si olvidas cuánto te gusta reír, te recordaré una vez más quién eres.
No olvides jamás tus ganas de vivir,
Si te pierdes, estaré para recordarte quién eres y tus razones de estar aquí !

"Quiero que te pierdas,
Que te salgas,
Que te rebeles,
Que vayas a contracorriente,
Que no me elijas,
Pero que siempre regreses a mí para encontrarte."

(Des)cribe-me

Wanderlust

"Necesito que te vayas,
que seas tú,
que seas libre,
que no te quedes donde no creces,
que no te quedes con quién no te hace feliz.


Necesito que te vayas 
para que se te quite la monstruosa costumbre 
de depender de alguien. 
Para que conozcas
otros horizontes, 
para que te dejes llevar
por tu hermosa locura.


Necesito que te vayas
para que abras un camino
y seas dueña de ti,
para que vivas 
entre la magia y lo oculto,
para que la distancia
te fortalezca y la soledad
te inspire otras ideas.


No te quedes,
necesito que te vayas."

(Quetzal Noah)

Confío en las nuevas generaciones

El capitalismo patriarcal nos quiere celosas,monógamas,posesivas,miedosas,con complejos e inseguridades,sometidas a conflictos y guerras románticas.
Pero el amor se puede despatriarcalizar, descapitalizar, desconstruir y re-inventar.

Estamos construyendo una nueva filosofía del amor que no sea jerárquica, ni que tampoco se base en el concepto de propiedad privada. NO  queremos estructuras verticales,NO queremos someternos o dominar, sino aprender a crear relaciones horizontales y en red.
El amor es para aprender,para luchar por nuestro derechos,para ayudarnos y crecer.
Es ese amor, en el que las personas se tratan de tú a tú,que se relaciona desde la empatía y desde el intercambio de energías positivas,desde las ganas de vivir colectivamente.
¿Y dicen que somos la generación perdida? , no estamos perdidos, estamos construyendo un mundo mejor, mejor del que nos habéis dejado.

Awumbuk

Estaba ahí, sentada en la plaza más famosa de la ciudad. Mirando el final de la calle principal que baja hasta el río. Estaba ahí, sin estar. Awumbuk. Tremendamente cierto y sincero sentimiento. Awumbuk. No dejaba de suspirar y de sentir mis labios más fríos cuando lo hacía, y también más salados. Del pecho me colgaba una enorme joya de melancolía con piedras semitristes y un matiz de oro en los bordes de la morriña. Cada instante los alejaba de mí, cada instante la ciudad me resultaba más hostil y gris. Awumbuk. El Sol, abrigado de algodón, palidecía tímido por no poder mirarme a los ojos. El viento callado se refugiaba al otro lado del puente. Los primeros barcos del día llegaban y el canto de las gaviotas ensordecía al frenético gentío que abrazaba frío mi angustia. Awumbuk, contengo el llanto. Awumbuk. Mis ojos se revelean y se enturbia el mirar. Awumbuk. Se debilita el pecho, mis manos me tapan. Awumbuk. Me sé vencida.

Awumbuk, me siento débil pero viva.

Awumbuk, tu abrazo es más intenso que el de Angustia.

Cierro los párpados, abro los ojos.

Hoy al pasear, me he preguntado si recordabas este lugar,
si recuerdas el beso,el mar, los rayos de sol,los deseos,
nuestro mutuo paseo.
Y entonces pensé también en las noches interminables de verano,
la ropa holgada y la sal de mi pelo.
Me preguntaba constantemente si recuerdas la historia tal y como la recuerdo yo.
Me pregunté si recordabas este lugar,
más tarde,pensé: Aún quedan por hacer todas las preguntas.

Saudade

A mi memoria regresan recuerdos de postal, de miradas que besó el viento y de caricias saladas por el mar.

Aún invisibles e intagibles puedo contemplarlos y tocarlos con la sutileza propia de aquello que se atesora con mimo en la memoria.

Ese aire denso y húmedo por la brisa marina, ese   canto ahogado del Sol por la añoranza de una inminente despedida. Sus suspiros son las olas de fondo. Ese último abrazo de luz y esa bienvenida a la musa de la noche.

Atardece y los deseos alzan el vuelo.
Nos cumplimos.

El descenso de las lágrimas es un grito de libertad,dónde la prosa baila con la poesía una danza espontánea que nos alza la vista al cielo y abrir las alas de la conciencia.
En la soledad del alma rota,
En el descenso de las lágrimas,
En el confuso límite del abandono,
En la tortura sorda de las horas...
El descenso de las lágrimas, de la dependencia emocional al despertar.
                          ( Mon Pueblas, 2015)

Aquí abajo

Ella no me ve todas las noches,
Ella no me observa reír, bailar, besar, vivir...
Aquella que no me persigue ni sigue en todos mis reproches,
No me acompaña, pero yo de madrugada la miro y digo : Pregúntale a la luna, ella me ha visto noches pensando en ti.

Allí arriba

Ella me ve todas las noches,
Ella me observa reír,bailar,besar, vivir...
Aquella que me persigue y sigue en todos mis reproches,
Me acompaña, y yo de madrugada la miro y digo : Pregúntale a la luna, ella me ha visto noches pensando en ti.

Número diez

Me encanta encontrarte cada noche al mirar al cielo, observándome silente.

Intento atraparlas,pero ¡ No dejan de moverse! 

Les quería decir : ¡ Parad , estaos quietas ! 

¿verba volat?

Cuán tiernos nos hace la escritura, cuán sinceros y cuán expresivos. Me aventuraría a decir que algo cobardes también, pues mucho de lo que somos incapaces de decir frente al resto de pupilas lo hacemos mediante las palabras acostadas sobre el papel, o con menos simbolismo, sobre los medios informáticos. A pesar de ello, el canal no deja de ser la escritura, la tierna y sincera escritura. Una vez leí que las palabras son como las abejas: tienen su miel y, también, su aguijón. Y eso último las hace más humanas.

Ruego que no se pierda el escribir cartas, postales, mensajes, telegramas... La fuerza de la palabra escrita, la reflexión que implica y permite en el prologado tiempo en el que estas se leen y releen es algo que la palabra sonada no podrá conseguir. Abogo por la escritura, su ternura, y el refugio de la duda de no saber qué interpretar o qué se esconde detrás del mensaje implícito que ellas atesoran con mimo.

¡Palabras, palabras y más palabras!

Si crees que vuelan, es porque no has mirado bien al cielo.

Esencia y viento.

Feliz graduación !

Enhorabuena Marina, acabas de terminar una etapa y ahora comienzas otra, otra de la que no has parado de escuchar, y nada bueno.
Yo vengo a decirte totalmente lo contrario,qué fácil decirte esto habiéndolo pasado ya...Pero bueno, de haberlo sabido,sabido que no merece la pena,lo hubiera disfrutado aún más.
No te negaré que será intenso,te preguntarán mil veces qué quieres hacer de mayor, y te sentirás estúpida y presionada porque aún no lo sabes.
¡ Qué carajo vas a saber con 16 años ! Ni con 18, y créeme con 20 años todo sigue siendo relativo.

-Nosotros los seres humanos,tenemos la extraña manía de querer saber qué tipo de vida llevamos,tendemos a enmarcados en un patrón,etiquetarnos en un tipo de persona.Tenemos la extraña manía de pensar quién seremos en este mundo,cómo poder recordar nuestro recorrido,y es que la vida pasa, y nadie se preocupa por quiénes somos, o quiénes fuimos.-

Mi pequeño consejo es que elijas lo que elijas,aunque no te convezca, continúa porque te acabará gustando a la par que te formas.
Ni una nota, ni un número ,ni un 5, ni un 8, ni un 14 te identificará .
No importa lo que seas,lo verdaderamente importante es que seas sobre todo, buena persona, y eso no me cabe duda.
Un abrazo enorme para mi hermana estresada de su hermana mayor.

"Vi mi vida extendiendo sus ramas frente a mí como la higuera verde del cuento.De la punta de cada rama, como si de un grueso higo morado se tratara, pendía un maravilloso futuro, señalado y rutilante. Un higo era un marido y un hogar feliz e hijos y otro higo era un famoso poeta, y otro higo era un brillante profesor, y otro higo era E Ge, la extraordinaria editora, y otro higo era Europa y África y Sudamérica y otro higo era Constantino y Sócrates y Atila y un montón de otros amantes con nombres raros y profesiones poco usuales, y otro higo era una campeona de equipo olímpico de atletismo, y más allá y por encima de aquellos higos había muchos más higos que no podía identificar claramente.Me vi a mí misma sentada en la bifurcación de ese árbol de higos, muriéndome de hambre sólo porque no podía decidir cuál de los higos escoger. Quería todos y cada uno de ellos, pero elegir uno significaba perder el resto, y, mientras yo estaba allí sentada, incapaz de decidirme, los higos empezaron a arrugarse y a tornarse negros y, uno por uno, cayeron al suelo, a mis pies."

― Sylvia Plath, La campana de cristal

Pase lo que pase,
calle quien calle,
hable quien hable,
Siente.
Yo ya lo hago.